La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón, también llamada la Orden del Temple, cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios, fue una de las más poderosas órdenes militares cristianas de la Edad Media. Se mantuvo activa durante algo menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista. La orden fue reconocida por el patriarca latino de Jerusalén Garmond de Picquigny, que le impuso como regla la de los canónigos agustinos del Santo Sepulcro.
Aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, durante el Concilio de Troyes (celebrado en la catedral de la misma ciudad), la Orden del Temple creció rápidamente en tamaño y poder. Los caballeros templarios tenían como distintivo un manto blanco con una cruz paté roja dibujada en él. Militarmente,sus miembros se encontraban entre las unidades mejor entrenadas que participaron en las Cruzadas.
Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica dentro del mundo cristiano. Crearon, incluso, nuevas técnicas financieras que constituyen una forma primitiva del moderno banco. La orden, además, edificó una serie de fortificaciones por todo el mar Mediterráneo y Tierra Santa.
No fue la guerra santa la que acabó con los templarios, sino otra más terrenal. La orden cayó víctima de la lucha de poder entre Felipe IV de Francia y el papado. La ambición y el fanatismo del monarca instigaron un oscuro proceso que se saldó con la disolución del Temple.
El Rey Felipe IV de Francia había contraido enormes deudas con muchas personas, entre ellos incluidos los templarios. Los cuales contaban entre sus filas con grandes nobles de familias notables quienes sabían administrar muy bien el dinero y generaban una economia saludable en la Orden.
El Monarca vio la oportunidad de recaudar dinero de las arcas de la orden y a la vez quedarse con los castillos, baronias y demás propiedades de estos.
El Papa Clemente tenia enormes dudas sobre las acusaciones y no había motivos para desconfiar de los Templarios, por lo que en principio el Papa se opuso, en Viena se organizo un juicio que duro meses y donde no se encontró razones para acusar a los Templarios, pero esta discusión termino cuando el Rey de Francia se hizo presente con un ejercito en las puertas de Viena.
La orden fue disuelta por el Papa en un intento de encontrar un punto medio entre el Rey y el Papado, la orden sería disuelta, sus propiedades confiscadas y los Templarios volverian a sus monasterios
Toda la cristiandad respondio a el llamado, menos El Rey Felipe. Felipe No hizo caso a esto y dentro de Francia se quemo al ultimo maestro de la Orden Jacques de Molay y a muchos de los templarios de menor rango.
El 18 de marzo de 1314, Jacques de Molay, último gran maestre de la Orden del Temple, fue quemado vivo en la hoguera frente a la catedral de la Notre Dame, en París. Eso sí, antes proclamó la inocencia de la Orden y lanzó una maldición a los culpables de la conspiración:
"Dios sabe quién se equivoca y ha pecado y la desgracia se abatirá pronto sobre aquellos que nos han condenado sin razón. Dios vengará nuestra muerte. Señor, sabed que, en verdad, todos aquellos que nos son contrarios, por nosotros van a sufrir Clemente, y tú también Felipe, traidores a la palabra dada, ¡os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!... A ti, Clemente, antes de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año..."
Los juicios a los Miembros de la Orden Templaria fueron realizados en toda la cristiandad. En absolutamente todos los territorios, no Franceses, la conclusión fue la misma, Los Templarios eran inocentes. Intervinieron nobles, distintos miembros antiguos, reyes, Duques, condes, monjes, comerciantes y todo aquel que alguna vez compartio tiempo o estuvo unido al temple y nadie dijo haber visto nada de lo que se acusaba a los monjes guerreros.
Sin mebargo en Francia, todos confesaron bajo tortura haber cometido adulterio, practicar la eregia, escupir sobre la cruz, vivir fuera de las normas Cristianas, cobrar intereces, colaborar con una deidad "pagana", etc.
La conclusión a la que se llegó era clara, los templarios eran inocentes, no había pruebas de ningún tipo y las evidencias eran solo las confesiones bajo tortura conseguidas por el Monarca Frances.
Todo el mundo era consiente de lo que había pasado, pero nadie podía hacer nada, el imperio Aleman estaba sin Emperador, Inglaterra no tenia fuerza, Ni el papa había podido frenar a Felipe. Aqui comienza un periodo oscuro en la historia de Europa, comienza el Absolutismo Moraquico donde el equilibrio se quiebra y todos los Monarcas se auto proclaman como "El mejor Cristiano" y su poder ya no tiene limites y justifican todos sus actos en nombre de la iglesia, una iglesia que empieza a ser secuestrada poco a poco por la politica.
Con el comienzo del Absolutismo se rompe la era medieval o MedioEvo y con el pasar del tiempo frenet a un poder absoluto sin limites, llegaran las ideas de la revolución francesa que postularan gobiernos con limites donde se dividan en tres poderes que mantengan el equilibrio y este no recaiga en una sola persona (Que esto no siempre se haya cumplido tiene que ver con la falta de Moral y de verdadero Equilibrio entre las partes, pero la idea es consistente)
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